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El derretimiento de la Antártida afectará la gravedad de la Tierra

Inundaciones catastróficas en ciudades de EU, estima experto de la Universidad de Bristol.

La rotación del planeta también se alteraría y los niveles del mar se elevarían más en el hemisferio norte que en el sur, donde la masa de hielo se encuentra actualmente, según el científico.

Steve Connor (The Independent)

El derretimiento de una de las capas de hielo más grandes del planeta podría alterar el campo gravitacional e incluso la rotación de la Tierra en el espacio, de tal manera que en algunas costas los niveles del mar se elevarían más rápido que el promedio global, afirma un científico.

El aumento en los niveles del mar sería mayor en las costas occidental y oriental de Norteamérica, donde elevaciones mayores de 25 por ciento del promedio global causarían inundaciones catastróficas en ciudades como Nueva York, Washington y San Francisco.

Un estudio sobre la forma en que la Gran Placa de Hielo Antártica Occidental podría responder al calentamiento global ha descubierto que su desintegración cambiaría el foco del campo gravitacional del planeta, de modo que los niveles del mar se elevarían en forma desproporcionada alrededor de Norteamérica, más que en otras partes del mundo.

Si la capa de hielo que cubre el oeste de la Antártida desaparece, la pérdida de tanta masa del hemisferio sur haría que el tirón de la gravedad se volviera más fuerte en el hemisferio norte, lo cual afectaría el giro de la Tierra y haría que los niveles del mar se elevaran más que en el sur, donde la masa de hielo se encuentra actualmente.

Sin embargo, este estudio indica que el nivel del mar promedio del planeta no se elevaría tanto a consecuencia del derretimiento de la capa de hielo en el océano como se ha vaticinado en otras investigaciones.

Esto se debe a que partes de la capa de hielo son más estables de lo que se creía, por lo cual probablemente no se deslizarían hacia el océano, ni siquiera si el planeta se vuelve más caliente a causa de las emisiones artificiales de gases de invernadero.

Con frecuencia a la Placa de Hielo Antártica Occidental –una de las más grandes del mundo– se le llama el “gigante dormido” porque se cree que es inherentemente inestable, dado que gran parte de su base se apoya en roca situada bajo el nivel del mar. Se cree que esto la hace vulnerable al derretimiento y a la desintegración relativamente rápida, señala el profesor Jonathan Bamber, de la Universidad de Bristol. “La capa occidental es la única que tiene una configuración así de inestable, a diferencia de otras capas de hielo importantes, como la Placa Antártica Oriental y Groenlandia”, añade.

Probabilidades e implicaciones

“Hay un cuerpo considerable de investigación sobre la probabilidad de que una capa de hielo se desintegre y las implicaciones que ello tendría para el planeta. Pero todos estos estudios han dado por sentada una elevación de cinco o seis metros en el nivel del mar. Nuestros cálculos muestran que esas estimaciones son demasiado grandes, incluso en una escala de mil años”, sostiene el investigador.

Según su estudio, publicado en la revista Science, un cálculo más aproximado a la realidad es que la capa de hielo al derretirse elevaría en 3.3 metros el nivel promedio del mar.

Sin embargo, no se sabe con qué velocidad desaparecería la capa de hielo si las temperaturas globales continúan aumentando, aunque muchos científicos creen que tardaría por lo menos entre 500 y mil años.

“Lo interesante –observa Bamber– es que la pauta de elevación del nivel del mar es independiente de la velocidad con que la capa de hielo se derrita. Aun si se elevara sólo un metro en muchos años, los niveles del mar en las costas de Norteamérica subirían 25 por ciento más que el promedio global.” Con menos masa en el Polo Sur, y más agua en los océanos, el campo gravitacional de la Tierra se debilitaría en el hemisferio sur y se fortalecería en el hemisferio norte, por lo que el agua se acumularía en los océanos del norte, advierte el científico. Esta redistribución de masas también afectaría la rotación de la Tierra, la cual a su vez causaría que se acumulara el agua en Norteamérica y en el océano Índico.

Fuente: La Jornada (21/05/2009) Traducción: Jorge Anaya

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La escasez de agua afectará a la mitad del planeta en 2025, advierte la ONU.

En entrevista, Ger Bergkamp, del Consejo Mundial del Agua, alertó que más de 3 mil millones de personas en el mundo sufrirán por falta de agua.

 Nueva York. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que más de la mitad de la población mundial -más de 3 mil millones de personas- sufrirá escasez de agua en 2025.

Si las actuales tendencias continúan, incluyendo las sequías, el aumento poblacional, la creciente urbanización, el cambio climático, la proliferación indiscriminada de basura y la mala administración de los recursos, el mundo se dirige hacia una catástrofe.

Estos nuevos problemas estarán en la agenda de una importante conferencia internacional, el Quinto Foro Mundial del Agua, que se realizará en Estambul entre el 16 y el 22 de este mes.

Entrevistado por IPS, el director general del Consejo Mundial del Agua (CMA), Ger Bergkamp, que organiza el encuentro en Estambul, señaló que, mientras la población del planeta se triplicó en el siglo XX, el uso de recursos renovables de agua creció seis veces.

"En los próximos 50 años, la población mundial crecerá 40 o 50 por ciento. Este aumento poblacional, sumado a la industrialización y a la urbanización, provocará una mayor demanda de agua y tendrá serias consecuencias para el ambiente", afirmó.

IPS: La ONU alertó que más de mil millones de personas todavía sufren escasez de agua potable segura. ¿Se prevé que esta crisis se solucionará o empeorará en la próxima década, particularmente en el contexto del cambio climático y su impacto negativo?

Ger Bergkamp (GB): Informes de importantes centros de investigación y organizaciones internacionales nos dicen que si los seres humanos no cambian su comportamiento, desde los hábitos personales hasta los procesos industriales y la administración pública, tendremos una aún mayor crisis en nuestras manos.

Nos encontramos en una encrucijada histórica. Tenemos la capacidad de revertir la tendencia y crear una nueva realidad. Las soluciones están a la mano, como recolectar agua de lluvia, mejorar los sistemas de almacenamiento y conservación, perfeccionar los métodos de irrigación a los campos y desarrollar cultivos tolerantes a las sequías.

Éstas deben ir acompañadas de una gobernanza lo suficientemente buena como para procurar una mejor administración de los recursos hídricos y lograr un mayor acceso a los servicios para más personas.

Es obvio que un consumo desenfrenado de los recursos naturales, especialmente del agua, no puede continuar. Pero tenemos que saber cómo y cuáles son las herramientas para cambiar las cosas. Lo que necesitamos es acción. Los gobiernos, las compañías y los grupos de la sociedad civil deben aprovechar el momento.

IPS: ¿Debería la ONU, y en especial el Consejo de Derechos Humanos, procurar un plan duradero para considerar el agua un derecho humano básico?

GB: El consumo mundial de agua se duplicó tan rápido como la población en el último siglo. El incremento de la demanda de agua es constante cuando tienes un aumento de la población, y se ha multiplicado con la rápida urbanización. Garantizar agua segura para las personas está en el corazón de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, fijados por los 192 miembros del foro mundial. La meta es reducir a la mitad el número de personas que carecen de acceso a agua segura.

Hace tres años, el Cuarto Foro Mundial del Agua en México puso sobre el tapete el derecho a este recurso. Los alcaldes, que ocupan la línea de frente política administrativa para el agua y el saneamiento, expresaron en forma abrumadora su apoyo al derecho al agua.

Las declaraciones en México también mostraron un gran respaldo a esa idea por parte de parlamentarios, empresarios privados, organizaciones no gubernamentales, grupos de mujeres, iglesias y la sociedad civil en general. También significó la primera vez que el derecho al agua fue discutido por ministros de diferentes países a nivel internacional.

El CMA presentó en México el Informe sobre el Derecho al Agua. Ese documento proveyó una importante herramienta para las personas que intentan desarrollar políticas nacionales. El informe también es una gran contribución al trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En la nueva edición del Foro, que se realizará en Estambul la semana próxima, el derecho al agua será otra vez tema prominente en la agenda. Esperamos ver compromisos sobre este asunto, sobre todo de líderes políticos que pueden hacer que las cosas sucedan a nivel local.

Muchos temas necesitan ser resueltos a nivel local y nacional. Para llevar servicios de agua y saneamiento a más personas en forma más rápida debemos insistir en el derecho al recurso. También tenemos que redoblar esfuerzos para encontrar soluciones sobre las cuales trabajar en cualquier lugar donde se comparte agua entre fronteras nacionales. Se deben lanzar esfuerzos bilaterales y multilaterales para encontrar soluciones duraderas sobre cómo compartir el agua.

IPS: ¿Cómo se pueden resolver los problemas? ¿Qué papel puede jugar el Foro en alertar al mundo sobre la crisis de escasez mundial?

GB: El Foro es un proceso de tres años de diálogo y reflexión que culmina en la más importante reunión mundial sobre agua. Son más de 20 mil participantes, incluyendo políticos, científicos, profesionales y activistas de todo el mundo.

Al trabajar con una amplia gama de actores en el Foro, el CMA puede reunir grupos e intereses dispares para encontrar un campo en común y soluciones prácticas. Los debates del Foro ayudan a definir el papel estratégico del agua para el desarrollo, la calidad de la vida y la seguridad.

El Foro es organizado por el CMA en colaboración con la ciudad y el país anfitriones, en este caso Estambul, Turquía. El encuentro es precedido por un proceso preparatorio que involucra a lo que podríamos llamar diálogos sobre el agua. Entre otras cosas, estos diálogos incorporan a contribuyentes regionales para tratar desafíos específicos en diferentes partes del mundo.

El propósito del Foro es proveer una plataforma en la que se puedan construir sociedades nacionales, regionales y mundiales, los científicos y ciudadanos puedan ofrecer nuevas perspectivas sobre los problemas acuciantes, los políticos y expertos puedan intercambiar ideas y desarrollar soluciones, los líderes mundiales puedan firmar acuerdos y la cobertura periodística pueda darle al agua la prominencia que merece en el escenario internacional.

Un gran número de funcionarios electos, incluyendo alcaldes, parlamentarios, ministros y jefes de Estado, participan en el Foro. Esto provee una oportunidad única para presionar para que una sabia administración del agua esté más arriba en la agenda política. También hay una Conferencia Ministerial, en torno a la cual el CMA colabora estrechamente con el país anfitrión y la ONU.

En medio de la vorágine de toda esta actividad, en mi punto de vista, todavía necesitamos mantener la mirada en dos simples metas: una sabia administración de los recursos y el acceso al agua y el saneamiento para todos.

Fuente: La Jornada on Line 11-03-2009

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Provocará el cambio climático 250 millones de refugiados ambientales para 2015: expertos

Los gobiernos deben prevenir la inseguridad que traerán los desplazamientos, advierten. Analistas de Gran Bretaña se reunieron con funcionarios de Sedena, SRE y Semarnat.

Por: Angélica Enciso L. (La Jornada On Line)

Las inundaciones ocurridas el año pasado en Tabasco, una de las señales de alerta del cambio climático, afirman expertos de Gran Bretaña. La imagen, en Villahermosa. En los próximos siete años, 250 millones de personas podrían ser “refugiados ambientales” a consecuencia del cambio climático, debido a las afectaciones que ya resienten las poblaciones, las cuales se manifiestan en sequías, inundaciones y falta de alimentos. Además, dichos desplazamientos ocasionarán climas de violencia y confrontación entre las comunidades, advirtieron expertos de los Servicios Internacionales Reales Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña. De mantenerse el cambio climático fuera de control, surgirán implicaciones sobre la seguridad del tamaño de las ocurridas durante las guerras mundiales, las cuales se prolongarán por siglos. Hasta ahora, las respuestas ante estos riesgos “son lentas e inadecuadas”, sostuvo el analista Nick Mabey, de RUSI, en un documento sobre este tema. Los responsables del ámbito de la seguridad deben prepararse no sólo para reaccionar ante los desafíos en el rubro ocasionados por el cambio climático, sino para formar parte de la solución, agregó. En entrevista durante su visita a México, donde los analistas Tobias Feakin y Shiloh Fetzek se reunieron con funcionarios de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Relaciones Exteriores (SRE) y Medio Ambiente (Semarnat), explicaron que la seguridad es un tema que trasciende el del cambio climático y los gobiernos deben establecer políticas en ese sentido.

Más migración interna en México.

Tobias Feakin sostuvo que una manifestación de los efectos del fenómeno ambiental son las inundaciones ocurridas en Tabasco durante 2007, además de que se espera que en otras zonas del territorio nacional haya sequías, impactos en la producción de alimentos y crecimiento de la migración interna. Dijo que Veracruz, Cancún e Ixtapa están un metro por encima del nivel del mar, y si éste crece por el aumento de la temperatura global, los poblados desaparecerán. Resaltó que en la actualidad el cambio climático se observa solamente como un tema ambiental y económico, pero se debe ampliar la visión para establecer políticas que eviten la confrontación entre los pueblos y en las fronteras, así como para mejorar la comprensión del impacto de este fenómeno ante el número de migrantes que provocará. El calentamiento global, dijo Shiloh Fetzek, acentúa las dificultades ya existentes, como la pobreza y la marginación. En México –destacó– hay sequías en el norte y huracanes e inundaciones en las costas, y “estos efectos del cambio climático se suman a las problemáticas que ya existen. Por ejemplo en el norte, donde es más complicado vivir por falta de agua o comida, se llega al crimen organizado; la sociedad tiene que optar por otro modo de vida”. Nick Mabey recordó en su análisis que durante el último año, las manifestaciones por falta de alimentos en la ciudad de México y los reclamos de Rusia sobre el territorio Ártico mostraron el cambio climático como un asunto de gran relevancia en la agenda de seguridad. Agregó que “la brutal realidad de los conflictos que provocan las sequías en África es apenas el primer síntoma de cómo cambia el clima, y las reacciones que se deriven modificarán el contexto estratégico de seguridad de las próximas décadas”.

Indicó que el conflicto sobre los recursos naturales, que puede surgir por necesidad o avaricia, “siempre ha formado parte de la sociedad humana”. Las futuras décadas –asentó– verán cómo aumentan la escasez de recursos, la degradación del medio ambiente y una creciente alteración climática, perjudicial a niveles que nunca antes se han visto en la historia de la humanidad.































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